Velocidad de obturación crítica para congelar el movimiento

Como se dice en el fotolibro m/s, La velocidad de los objetos representados en las fotografías debe conocerse dese fuera de ellas; no hay modo de saber esas velocidades estudiando los metadatos. Lo que sí es factible, aunque no muy práctico, es determinar la velocidad crítica de congelación del movimiento del objeto capturado. Esto no tiene utilidad práctica, como decimos, pero puede ser entretenido.

Los factores que influyen en esa velocidad crítica son:

  1. La agudeza visual (AV = 0.2 mm). Se considera visión normal (20/20) el poder de resolución de 0,2 mm a 25 cm de distancia. En tal caso, 2 puntos a menos de 0,2 mm se verían como un solo punto.
  2. La distancia del ojo a la copia impresa (DOCI = 25 cm, para una copia de 21 x 14 cm.)
  3. La distancia del objeto a la cámara (DOC).
  4. El ángulo de la trayectoria del objeto con el eje focal de la cámara (ATC). Va de 90 (perpendicular) a 0 grados. El cociente entre ese ángulo y 90 se debe multiplicar por la velocidad real del objeto para determinar su velocidad aparente, que será la que influya en el resultado de la toma.
  5. La velocidad aparente del objeto (VAO). Según se ha comentado, equivale a Abs(ATC/90) * velocidad real.
  6. El factor de recorte del sensor (FR). APS-C = 1,5; Micro 4/3 = 2. FF = 1.
  7. La longitud focal del objetivo (F), en mm.

Estas variables se pueden agrupar para que los cálculos parciales lleven más cómodamente al resultado final.

Las distancias deben tratarse juntas. Lo primero que se debe terminar es De (la diagonal del encuadre “vista” por la diagonal del sensor a la distancia D): De= (Ds*D)/F.

A partir de ella, la Proporción 2 (De/Dc) determina qué distancia en el encuadre representan los 0,2 mm de la copia de 25 cm de diagonal mirada a 25 cm. Esos 0,2 mm distinguirán las capturas congeladas (nítidas) de las borrosas. Llamemos a esa distancia correspondiente en el encuadre DCe.

El inverso del tiempo empleado por el objeto en recorrer es DCe es la velocidad de obturación crítica. En la primera columna de los cálculos de la imagen de Excel, esta velocidad se ha calculado en 1/965s. Es muy improbable que alguna cámara disponga de esa velocidad de obturación exacta; con una Fujifilm X-T1, las velocidades más aproximadas son 1/1000s y 1/800s. Con la primera, el objeto aparecerá congelado; con la segunda, borroso.

Y eso es todo. Existe falta de nitidez por movimiento cuando algún punto de la imagen se ha desplazado 0,2 mm o más sobre la copia de 25 cm de diagonal debido al movimiento del objeto.

NOTA: Hemos hecho todos los cálculos in metros por segundo (m/s).

 

La locura por hacer fotos

Desde la aparición de los móviles con cámara y las redes sociales, el número de fotos en la red se ha disparado hasta unos impensables 10,5 billones (Sistema Internacional de Unidades, 10.500.000.000.000). Y va en aumento. Esto indujo a Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) a rebautizar divertidamente a nuestra especie como Homo photographicus.

¿Por qué hacemos tantas fotografías? ¿Porque podemos? De acuerdo, la fotografía moderna (o postfotografía) lo permite hasta niveles jamás sospechados. Pero, ¿por qué queremos hacer tantas fotografías?

Debe de ser algo psicológico, y muchas personas, famosas y desconocidas, hablan de ello; pero nadie con tanta claridad como Susan Sontag en Sobre la fotografía, donde podemos encontrar al menos seis razones para esa conducta tan expansiva.

  1. Fomentar el sentimiento de propiedad: “Coleccionar fotografías es coleccionar el mundo”, pues “Fotografiar es apropiarse de la cosa fotografiada”. Otros hablan de “llevarse el mundo a casa” o de “capturar el espíritu del lugar”.
  2. Aportar evidencias: “Una fotografía pasa por prueba incontrovertible de que algo tuvo lugar”. Por tanto, cuando uno se hace un selfy con un bello monumento de fondo “La fotografía ofrecerá una prueba irrefutable de que el viaje se hizo, que se cumplió el programa, que se pasó bien”.
  3. Calmar la ansiedad: “La propia actividad de hacer fotografías es relajante, y suaviza el sentimiento de desorientación que probablemente ha exacerbado el viaje”, y “El uso de la cámara calma la ansiedad que los orientados al trabajo sienten por no estar trabajando cuando están de vacaciones y se supone que deben pasárselo bien”.
  4. Ofrecer un sentimiento de participación: “La fotografía se ha convertido en uno de los principales dispositivos para experimentar algo, para dar la imagen de participación”.
  5. Conferir inmortalidad: “Una vez terminado el evento, la fotografía seguirá existiendo, con lo que le confiere un cierto tipo de inmortalidad (e importancia) que jamás habría tenido de otro modo”.
  6. Promover la identidad colectiva: “A través de las fotografías, cada familia se construye un juego portátil de imágenes que atestiguan lo unidos que están”.

Algunos autores sugieren otras capacidades de la fotografía que se pueden añadir a la lista de Sontag, como la de privatizar nuestra experiencia visual con nuestras propias fotografías en lugar de tener las imágenes públicas de un lugar o un personaje, o la de tangibilizar los recuerdos mediante álbumes, pósteres o artículos en la red, o probando la existencia en las redes sociales del que ha hecho la fotografía.

Todas estas presuntas razones para hacer fotografías se pueden considerar como intuiciones compartidas, pero existen algunos hechos relativos al sistema visual humano mucho mejor establecidos empíricamente, como, por ejemplo:

  1. Somos capaces de comprender el significado de una escena en menos de una décima de segundo.
  2. Las imágenes incrementan la comprensión de la información solo textual un 20,5 % en los prospectos de medicamentos y hasta un 300 % en las instrucciones de montaje.
  3. El sentido de la vista es el primero en la jerarquía de los sentidos humanos, seguido por el de la audición.
  4. Más del 80 % de los sustantivos y los verbos de 15 idiomas estudiados por psicólogos y antropólogos del Instituto Max Planck se relacionan con la visión.

Y este impresionante funcionamiento del sistema visual humano es muy probable que se pueda relacionar con su anatomía y fisiología. Por ejemplo:

  1. Cerca del 50 % de la corteza cerebral se dedica al procesado de las señales visuales.
  2. Casi el 70 % de los receptores sensoriales humanos están en los ojos.
  3. Cada nervio óptico humano contiene un millón de fibras nerviosas (frente a las 30.000 del nervio olfatorio, por ejemplo).

Como algunos dicen, el cerebro humano esta cableado visualmente.

¿Homo photographicus, entonces? Nos sobran los motivos para sospechar que si lo somos es porque, en el fondo, somos Homo visualis.

Hasta ahora, nuestro carácter visual se ha limitado principalmente en la mayoría de los humanos a la descodificación de mensajes, pero el progreso tecnológico nos ha permitido cada vez a un mayor número codificar mensajes visuales sin ser artistas ni fotógrafos profesionales, y estamos enviando tantos mensajes como queremos, rompiendo nuestro silencio visual.

Por cierto, no creo que esta proliferación de imágenes sea contaminación; creo que se trata de murmullo y parloteo, del aprendizaje de un nuevo lenguaje mediante la práctica.

Así que quieres una web…

Así que quieres tener una web, ¿no? Y ¿qué quieres? ¿Hacértela tú, o que te la hagan? Supongamos que eres autodidacta y no experto en la creación de webs, pero que dispones de tiempo (más o menos) y ganas (más que menos) para diseñarla tú mismo. Entonces, lo que yo voy a contarte (a partir de este momento sin literatura) es lo que me habría ido bien a mí que me contaran cuando decidí empezar con ello. Si lo que quieres es un blog gratis, te puedes ir a WordPress.com (la web para blogs) y darte de alta. Si quieres una web con mayor funcionalidad que un blog, tus necesidades serán diferentes y tendrás que pagar por satisfacerlas, pero creo que valdrá la pena. Necesitarás: un dominio, un alojamiento y WordPress (el programa para crear webs, no solo blogs, localizado en WordPress.org). Sí: esa es la santísima trinidad de este asunto.

  1. Un dominio. Es un nombre (será la dirección) para tu web, como cocacola.com. Escoge uno que represente a tu entender lo que será tu página. Ve a un registrador de dominios. Por ejemplo, dondominio.com, hostsuar.com, cdmon.com, sitios que directa o indirectamente conozco como realmente serios. Si tú conoces otros, pues otros. Allí, comprueba si el nombre que has elegido para tu web está ya cogido por otro usuario. Si no lo está, puedes registrarlo a tu nombre. Los precios varían, pero un sitio .com cuesta sobre los 10 euros/año. Mientras pagues tu cuota, será tuyo y solo tuyo.
  2. Un alojamiento (hosting). En cualquiera de los tres sitios que he comentado para los dominios serás bien atendido. Muchas opciones y precios. Para empezar, un alojamiento compartido será suficiente. Precio, de 50 a 80 euros/año. Conviene que ese alojamiento disponga de funcionalidad php (lenguaje de programación) y MySql (base de datos) para poder usar WordPress en la creación de tu web. También conviene que para la gestión de tu espacio en el servidor disponga de la herramienta CPanel, y que la instalación de WordPress sea automática o semiautomática. De los tres alojamientos que he comentado (cdmon, dondominio y hostsuar), sólo el último es multidominio (significa que puedes alojar en él varios dominios que tengas). Dominio y alojamiento pueden ser de la misma compañía o no. A igualdad de oferta, yo he escogido que no, por aquello de repartir los huevos en más de una cesta.
  3. WordPress. Si te digo que el 80 % de las webs que se crean en la actualidad están hechas con WordPress, estoy dándote una cifra que he leído repetidamente en la red. Yo no lo tengo comprobado, pero parece cierta. WordPress te permite en muy poco tiempo (horas) crear una web funcional simple, y con más tiempo (días largos o semanas cortas), una web compleja de aspecto profesional. Este programa hace uso intensivo de los temas (aspectos) y los pluggins (funcionalidades) y tiene muchos de ellos totalmente gratuitos. Mi consejo es que empieces con el tema Twenty Fourteen (ofrecido gratis por el propio WordPress) y pruebes cosas con él. También puede serte útil hacer búsquedas de temas para WordPress sobre el tipo de sitio que quieres crear. Por ejemplo, si fueras o fueses fotógrafo, buscar temas para webs de fotografía, y, desde luego, ojear webs de otros fotógrafos para ver cómo son las suyas. Al final, entre lo que vayas aprendiendo con el Twenty Fourteen y lo que veas en la funcionalidad de otras webs del palo de la tuya y de los temas de pago para ese tipo de webs irás decidiendo si con el Twenty Fourteen puedes llegar tú solo al aspecto y la función que pretendes o no. Si es que no, piensa en DIVI.
  4. El tema DIVI de Elegantthemes.com y todos los demás temas y pluggins que ofrece esta compañía por 80 euros/año o por 280 en subscripción vitalicia, es el conjunto de funcionalidad y aspecto fáciles de conseguir más completo del mercado. El tema DIVI, por ejemplo cuenta con más 300.000 usuarios de pago. Con lo que te he dicho hasta ahora, en un mes con buena dedicación (4 horas/día) y sin conocimientos previos, puede diseñar una web tan buena, interesante y usable como seas capaz de imaginarla. Si estás leyendo este post, es que conoces mi web todavía en construcción. He tardado un mes en construirla con el aspecto del día de hoy (11/10/2015), incluido este y otros dos posts y la selección y edición para web de todos los contenidos, que ya poseía, pero que he debido modificar para esta nueva funcionalidad.

Y eso contando con que yo, a buen seguro, soy mucho más torpe y más lento que tú. Y, al final, ¡sólo te llevo cuatro semanas de ventaja! Saludos y ánimo.

PS: Dos detalles. Primero, no te he hablado de los grandes “monstruos” del alojamiento, como bluehost, hostgator, navegalia y otros, porque la mayoría de ellos tienen opniones monstruosas de usuarios arrepentidos por haber alojado en ellos sus dominios. El resumen de la queja es que prometen mucho, dan realmente poco y no te ayudan nada o casi nada. Por otra parte, no conozco directamente a nadie que trate con ellos. Segundo, tampoco te he dicho que para dominar el tema debes saber php, SQL, html y CSS, pero, salvo aspirar al virtuosismo, no te hace falta.